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Una Breve Biografia De Kiko Mendive
Pedro Infante. Cronologia De Sus Ultimos Momentos
Margarita Mora. Una Actriz Olvidada
“Maria Antonia Y “Maria Engracia”
La Cátedra Libre “Historia De La Música Popular Hispanoamericana”
El Programa De Radio “Historia Musical Del Continente”
Las Tertulias De La Cátedra Libre “Historia De La Música Popular Hispanoamericana”
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Pedro Infante, cronología de sus últimos momentos.

 

Cuando una persona se convierte en ídolo y, pasa no de vivo a muerto, sino de vivo a histórico; como Carlos Gardel, Elvis Presley, Alfredo Sadel, cualquier cosa que se diga de ellos, es importante para sus admiradores, porque el admirador no toca fondo en su afán por indagar cada vez más sobre su ídolo. Por eso he querido presentar esta cronología sobre los últimos momentos de Pedro Infante, indudablemente el más grande de los protagonistas de la Época de Oro del cine mexicano.

El año 1957 Pedro Infante lo inicia con una gira por Suramérica, comenzando en Venezuela y finalizando en Perú. Regresaría la segunda o tercera semana de febrero a su país. Por esta gira, Pedro cobró 80 mil dólares, pero regresó agotado, por lo que los médicos le recomendaron tomarse unas largas vacaciones, pues tenía que hacerle frente a muchos proyectos pendientes durante ese año.

El domingo 17 de marzo, Pedro asiste a la misa que se celebró para conmemorar el segundo aniversario del fallecimiento de su padre. El miércoles 27 de ese mismo mes, celebra con rumbosa fiesta, el segundo cumpleaños de su hija Irmita Infante Dorantes, al lado de su madre Irma Dorantes y los padrinos de la niña Evita Muñoz (Chachita) y su amigo, socio y compadre Antonio Matouk.

El domingo 14 de abril, un día antes de su muerte, Pedro asistió a una reunión familiar allí interpretó, con su personal estilo, Camino de Guanajuato, Adelita, Mi Ultimo Fracaso y La Cama de Piedra.

El 15 de abril de 1957, aproximadamente a las 5:30 de la mañana, la señora María Teresa Tamayo preparó y acompañó a Pedro Infante en su último desayuno. Huevos con jamón, salchichas, café con leche y algunos panecillos. A las 6: 45 de la mañana, Pedro llega en su motocicleta al hangar de la empresa TAMSA (Transportes Aéreos Mexicanos S.A.). Lo acompañarían en el vuelo hacia la ciudad de México, el capitán Víctor Manuel Vidal Lorca (su maestro) y el mecánico Marcial Bautista.

El aparato, era un avión modelo Liberator con cuatro motores marca Consolidated, que fue usado durante la II Guerra Mundial y, posteriormente, acondicionado para el transporte de mercancías. Cabe mencionar que a Pedro le molestaba viajar en él porque ya en un vuelo anterior, al notar fallas en los motores, arrojaron parte de la carga para evitar el desplome de la nave. La señorita Carmen León, operadora de radio de Tamsa, fue la última persona que escuchó la voz de Pedro quien, momentos antes de despegar, y una vez verificados los instrumentos de vuelo, dijo a través de su radiotransmisor: "Estamos listos para despegar".

Y efectivamente, alzaron el vuelo sin problema, pero, cerca de las 7:45 de la mañana, algunos testigos vieron al avión perder altura y balancearse. Por cinco minutos estuvieron piloto y copiloto tratando de controlar la situación, el esfuerzo fue inútil, el avión se vino a tierra y cayó de espalda.

Allí se apagó la vida del artista más querido de México. Perecieron con él, además de sus acompañantes: el capitán Víctor Manuel Vidal Lorca, y el mecánico Marcial Bautista, 5 personas habitantes del sector donde cayó el avión. La señorita Ruth Rossell de 19 años, quien se encontraba lavan¬do ropa en su casa, quedó convertida en una antorcha humana, falleció después de una dolorosa agonía. Los otros fallecidos fueron: Isidro Baltasar, Enrique Gallardo, Dolores Doria y Fanny Pérez; además de dos perros y un mono que Pedro le llevaba de regalo a su amada Irma Dorantes. El avión se estrelló en la ciudad de Mérida, Yucatán entre las calles 54 y 85, en el patio posterior de una tienda llamada El Socorro.

Muy penoso resultó el rescate de los cuerpos, pues quedaron casi consumidos por el fuego. La identificación del cadáver de Pedro fue posible gracias a una esclava de oro con su nombre, que se encontró en su brazo.

Al examinar los cadáveres, el Dr. Benjamín Góngora dijo que el de Pedro presentaba el cráneo totalmente deshecho, así como fracturas múltiples en la columna vertebral, el ilíaco, ambos fémures y peronés. Como consecuencia del impacto y las quemaduras, el cuerpo se redujo a 75 centímetros de estatura y a un peso de 22 kilos. Lógicamente, estos restos no debían ser exhibidos, por lo que se introdu¬jeron en una caja sellada con soldadura autógena, la cual se depositó en el ataúd que habría de llevarlos a su última morada. Hubo quien mencionó que el accidente obedeció a que la máquina llevaba carga en exceso, noticia desmentida oficialmente por el Piloto Alberto Solís, quien declaró que el peso total de la carga transportada era de 6,500 kilos y que la capacidad de la nave le permitía elevarse, con sólo dos de sus motores, hasta con 10 mil kilos de carga.

Esa mañana del lunes 15 de abril, concretamente a las 11:12 quienes tenían su aparato de radio sintonizado en la frecuencia de 900 KHz de La Voz de la América Latina desde México, XEW, pudieron oír al locutor Manuel Bernal que, con voz grave, pronunció estas palabras:

"Boletín, Boletín...el cantante Pedro Infarte falleció esta mañana en un accidente de aviación”...
Yovani Barragán Zambrano.
yoanba@hotmail.com
Fuente:
Castañeda, Ricardo y Vela, José Luis. 1992. Homenaje a Pedro Infante. Ediciones discos Peerless. México, D.F.

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