VÍCTOR PIÑERO. SEMBLANZA BIOGRÁFICO-MUSICAL
A MANERA DE INTRODUCCIÓN.
Cuatro voces alegres dejaron huella indeleble en la
historia de la Música Tropical de Venezuela. De
ellas, tres habían culminado su carrera despues de
haber brindado lo mejor de sí mismo a su público,
nos referimos a Manolo Monterrey, Victor Pérez y
Cheo García. La otra se apagó cuando sus
condiciones estaban en pleno apogeo, fue la de
Victor Piñero
De origen humilde, sus cualidades innatas de
bonhomía le permitieron cultivarse y los que
tuvimos el placer de conocerlo personalmente,
debemos recordar y reconocer su caballerosidad y don
de gentes.
A una semblanza biográfico-musical que hemos tratado
de reconstruir con la mayor fidelidad, se añadirá
en próxima entrega de la revista, una discografía
por orden alfabético de las grabaciones que Piñero
dejara para la posteridad.
Se comentan algunas grabaciones que ilustran los
distintos hitos en la trayectoria de Piñero.
Queremos dejar un merecido reconocimiento al hermano
mayor de Víctor, Don Faustino Piñero cuya asombrosa
memoria complementó la información, en tantas
visitas que se hicieron a su bien merecido retiro en
Cabudare, Estado Lara
VÍCTOR PIÑERO- SU BIOGRAFÍA MUSICAL
Víctor Piñero nació el 10 de Mayo de 1923, en El
Guarataro, Parroquia San Juan, Caracas. El segundo
vástago de un hogar formado por Pablo Julián Piñero,
de ascendencia isleña, y Guillermina Borges y
quienes procrearon, además de Víctor, a Faustino el
hermano mayor, Ana Ramona, Jacinta, Rosendo, Andrea
y Rosa.
Debe mencionarse también a Nelo Vicuña. Hermano de
Víctor por parte de padre y, quien incursionó en el
mundo artístico bajo el nombre de Nelo Cienfuegos.
Nelo dejó grabaciones con las Orquestas de Chucho
Sanoja y Los Caribes de su hermano Víctor.
Falleció muy joven.
Víctor estuvo casado con Amanda de profesión
enfermera. Amanda falleció en 1974. El matrimonio no
dejó descendencia.
Amores juveniles en La Guaira y un prolongado
affaire con una modelo argentina residenciada en
Caracas, le dejaron a Víctor cuatro hijos.
Los primeros pasos musicales los dió Víctor en La
Guaira. Su hermano Faustino a la marímbula, un
tresista llamado Carlos y un guitarrista acompañaban
al novel cantante. Se presentaban en Muchinga, la
zona de tolerancia del puerto guaireño. Muchinga fue
escenario del cuento de Guillermo Salazar Meneses
“La Balandra Isabel llegó esta tarde”. El cuento
inspiró a la película del mismo nombre, rodada en
1948 en una producción argentino-venezolana
protagonizada por Arturo de Córdova, Virginia Luque,
Tomas Henríquez y el entonces niño Nestor
Zavarce;el maestro EDUARDO SERRANO fue autor de su
música, siendo nominada en Cannes con una mención
honorífica por su banda sonora VALENTÍN CARUCCI,
compositor y dirigente gremial,afirma que fue
testigo presencial de los pininos guaireños de
Víctor Piñero.
Su propio hermano Faustino, refiere los avatares de
esa aventura juvenil. Hacían arreglos con el dueño
de uno de los salones de la zona para que los dejara
tocar. No había paga, pero Faustino pasaba su gorra
despues de cada interpretación para que el cliente
entusiasmado depositara un mediecito (Bs. 0.25) como
propina. Se presentaban Viernes, Sabado y Domingo.
Una de las canciones que más le solicitaban a Victor
era “ El Marañón”, guaracha del cubano Julio Cueva,
de ahí el apodo de “El Marañón” que dieran a Victor
y que precediera por muchos años a aquel de “ El
Negro Piñero” y de “ El Rey del Merecumbé”.
Eran los años dorados de la radiodifusión
venezolana, la década de los ’40. Radio Libertador
trasmitía de lunes a viernes, en el horario de 9:00
a 11:00 p.m., el programa “ Cada minuto una
estrella”. La orquesta que amenizaba ese
espacio radial era la Leonard’s Melody,
liderizada por el trompetista Leonardo
Pedroza. Las letras románticas las
interpretaba Carlos Torres, el mismo que dejara años
despues momentos imborrables en la historia musical
venezolana con su orquesta “Los Millonarios de la
Alegría”. El otro cantante era Pedro “Buzo”
Nelson quien había sido miembro de aquel equipo de
beisbol que en 1941 cubrió de gloria en La Habana
al deporte venezolano y que posteriormente fuera
integrante de la Billo’s Caracas Boys como tumbador.
Una tarde, le anunció Pedroza a sus cantantes que
había conseguido “ un negrito fenomenal para que
los acompañara en los coros del montuno”. Ese
negrito resultó ser Víctor Piñero, quien se lanzaba
a la conquista de la Capital.
Víctor se hizo miembro de la Asociación Musical que
agrupaba a los intérpretes de entonces. Su carnet
de afiliación es el número P-103-0 expedido el 3 de
Diciembre de 1945. El breve paso por la
Leonard’s Melody lo había acabado de convencer
de establecerse como cantante profesional para
iniciar una trayectoria que cosechó éxito tras éxito
hasta su nunca bien llorada muerte acaecida el 4 de
Enero de 1975.
PIÑERO Y EL CLAN BELISARIO
Aragüeños y músicos, los cuatro hermanos Belisario son
nombres consagrados en la historia de nuestra
música bailable. Ellos eran Pedro José
percusionista, Arnaldo contrabajista,
Rafael trompetista y Francisco
trombonista. En 1939 deciden conformar una orquesta
en Maracay y ya en 1945 están establecidos en
Caracas como “Orquesta Hermanos Belisario “.
Muchos años de la vida artística de
Piñero están vinculados con los Belisario. Con la
“Orquesta Hermanos Belisario” realiza sus
primeras grabaciones hacia 1947.
Por esos años se popularizó
la guaracha “Mercedes” del cubano Jesús Márquez, los
Hermanos Belisario la grabaron haciendo el fondo
musical a la voz juvenil de Víctor Piñero.
Otra grabación de esta
guaracha fue realizada por la Orquesta de Luis
Alfonzo Larrain y la voz de Elio Rubio.
Para la misma época, estaba de moda
una forma cadenciosa de bailar la música alegre. Se
le daba el nombre de “bailar boteado” ó de “el ritmo
del bote”. El
guitarrista criollo Pedro del Nogal compuso una
guaracha alusiva que bautizó adecuadamente “La
evolución del bote”. Los Hermanos Belisario y Piñero
la grabaron en seguida.
Con la “Orquesta Hermanos Belisario” permanece como
guarachero compartiendo la parte vocal con Jesús
Paiva y después con Enrique Villasana
quienes se encargaban de interpretar los temas
románticos. La orquesta se disuelve hacia 1951 y
cada hermano forma su propia agrupación: Piñero no
los abandona.
Las agrupaciones de “Pancho”
Belisario y de Rafael Belisario no dejan
grabaciones. En
los pocos registros musicales que dejara la
orquesta de Arnaldo Belisario para el sello
“Turpial”, la parte vocal está a cargo de
Piñero. El son montuno “Palma Soriano” del cubano
Ramón Cabrera, fue uno de ellos.
Pedro José tuvo más suerte, o
quizá mas constancia que sus hermanos. La
“Orquesta de Pedro J. Belisario”, muy bien
llamada “ La Reina de las Pistas Bailables”,
estuvo vigente en bailes y en programas de radio y
de televisión hasta 1961. Victor lo acompañó en su
orquesta como el guarachero hasta finales de 1957.
En los años heroicos de la pelota
profesional, cuatro equipos se disputaban el fervor
de la fanaticada: Cerveceria Caracas, Magallanes,
Vargas y Venezuela. El primer saxofonista de la
orquesta de Pedro J. era Juan Rodriguez, conocido
cariñosamente como “Pepe Pons”.
Sin lugar a dudas, Rodríguez
era hincha del Cervecería Caracas, como bien lo
atestigua su guaracha “Play ball”, la primera
grabación que hiciera Piñero con la orquesta de
Pedro J. Belisario.
Para 1957, se había propagado en
Venezuela la furia del Merecumbé. Muchos de los
merecumbés eran instrumentales pero aquí se les
ponía letra e inclusive se les cambiaba el título.
Tal es el caso de “ El
Monito” que se rebautizó como “El Merecumbé”,
Juan Rodriguez le adaptó unos versos ,
constituyendo un gran éxito y una de las últimas
grabaciones de Víctor como guarachero de planta de
la Orquesta de Pedro J. Belisario.
En 1966 , Pedro J. Belisario sale de
su retiro y junta una orquesta para grabar en el
sello Philips un long-play en donde la parte vocal
estuvo a cargo de Canelita Medina y de
Victor que ya había adquirido un bien ganado
prestigio internacional.
Aunque la pimientosa voz de
Victor encuadraba perfectamente en la interpretación
de melodías alegres, no estaba fuera de lugar en las
melodías románticas, como en aquel viejo tema del
borícua Pedro Flores, “Bajo un palmar”
incluido en esa producción.
Puede que la proverbial inquietud del Negro Piñero
le ocasionara por temporadas, la comezón de cambiar
de agrupación. Puede también que en esos ya lejanos
años, los compromisos formales de los cantantes con
las Orquestas, eran lo suficientemente laxos como
para permitir al cantante actuar con otras
agrupaciones exclusivamente para grabar discos, sin
que ello implicara desvincularse de la Orquesta. Lo
cierto es que existen grabaciones de Piñero con
otros grupos, realizadas en fechas que coinciden con
los años de vinculación al Clan Belisario.
En unas grabaciones acompaña a Piñero, Federico
Gaerste y su grupo, en otras la orquesta de
Willy Gamboa. En otras aparece
“Victor Piñero y su conjunto” ó “ Víctor
Piñero y su orquesta”. Existen también algunos
registros con la Sonora Caracas, agrupación que es
pionera de la música tropical en nuestro país, pues
fue fundada en 1936.
El zuliano Willy Gamboa ,compositor y pianista en
ese entonces y luego destacado profesional de la
Odontología, lo acompaña con su orquesta en una
guaracha, fruto de la inspiración del director y
cuyo titulo es “Caracas la sucursal del cielo”.
Acompañado por su propio
conjunto graba “El Portugués”, en ritmo de tumba
curazoleña. El autor del tema es Gonzalo Molina,
primera trompeta de la orquesta de Carlos Torres y
que lo compuso en recuerdo al apodo que tenía
Olivieri, otro trompetista de la orquesta.
VÍCTOR PIÑERO INTERNACIONAL.
Desde los Carnavales de 1956, la
orquesta del trompetista barranquillero
Francisco “ Pacho” Galán hacía bailar a la
América tropical con un nuevo ritmo, mezcla del
Merengue Colombiano y de la Cumbia, apropiadamente
bautizado como “Merecumbé”.
Una de las escapadas de Victor, le
permite internacionalizarse al grabar con el fondo
de la orquesta de Pacho Galán.
Interpreta en tan buena
forma al ritmo inventado por Galán, que se gana el
apoyo de “El rey del Merecumbé”. En
“Muñequita linda” de Juan Sedes, se demuestra
claramente lo justo de ese apodo.
El 15 de Julio de 1958 marca el debut
oficial de la orquesta “Los Melódicos”.
En ella, Victor y el panameño Germán Vergara,
son los cantantes. El éxito es inmediato, no
transcurren más de dos meses para que aparezca el
primer long-play de la flamante orquesta intitulado
“Estos son Los Melodicos” que contiene varios
números en donde se destaca con matices vibrantes y
alegres la voz de Piñero.
La primera grabación de Los
Melódicos es una guaracha de Billo Frometa; se
estaba en plena campaña para las primeras elecciones
presidenciales de la naciente democracia y el
maestro Billo mostró sus claras preferencias por una
de las candidaturas en la letra de “Mi candidato”
que Piñero interpretó excelentemente.
Con “Los Melódicos”, Victor se comporta como lo
había hecho con el clan Belisario, se va y vuelve
despues al redil. No había concluido 1958, cuando
está en Cuba. Le habían llegado rumores que La
Sonora Matancera quería incluirlo en su
plantel.
Además, y recogiendo sus propias palabras, quería aprender
mucho de Beni Moré, y nada mejor para
lograrlo que acompañar al Beni en sus presentaciones
y correrías por las noches faranduleras de Cubita la
Bella.
El periplo cubano fue fructífero para
el Negro Piñero en cuanto a registros fonográficos
se refiere. Graba cuatro números con La
Sonora Matancera, la reina indiscutible de la
música tropical de entonces.
Entre estos números destaca
la versión de Rio Manzanares, golpe oriental de
añejas raices y que, en recopilación del guitarrista
José Antonio López, había impuesto entre nosotros
Carlos Torres y su Orquesta ”Los Millonarios de la
Alegría”.
Cuando la disquera Sonus encomienda a Billo Frómeta,
la tarea de grabar un larga duración con músicos
cubanos, es Victor quien hace los contactos
necesarios.
Fruto de esos contactos, Billo
ensambla con los músicos de la orquesta de los
Hermanos Castro una “Billo’s Caracas Boys”
y se graba el LP “ Carnaval con Billo’s”,
en donde los números vocales corren por cuenta de
Piñero. La
grabación es todo un éxito, todos los número pegan y
entre ellos el Porro “Lamento Naufrago” de Rafael
Campo Miranda.
La “Enciclopedia de la Música en Venezuela”, al
referirse a Piñero, menciona que también estuvo en
República Dominicana conectado con la Orquesta de
Angelita y en Puerto Rico, actuando como solista
de Cortijo y su Combo.
VÍCTOR DE NUEVO EN VENEZUELA
La nostalgia del terruño hace volver a Victor.
Tiene una breve estadía con
“Chucho Sanoja y su Orquesta de Solistas” con
quien graba, entre otros temas, el sabroso merecumbé
de Manuel de Jesus Povea “Cójanle la cola”
Ingresa a “Los Peniques”,
la
orquesta de planta del recordado “Show de las
12” dirigido por Victor Saume.
Los registros grabados que deja con estas orquestas
son antológicas.
La “ Plena Española” de Juanchin Ramirez,
tiene su mejor versión en la hicieran Victor y Los
Peniques. Otra melodía puertoriqueña, una bomba
intitulada “Lo tuyo es crónico” hizo las
delicias de los bailadores de ese entonces. Mención
especial merece sin embargo, “El Pajaro Chogui”
que, en ritmo de merengue venezolano dejaran Victor
y Los Peniques.
Es difícil que en nuestro país, un tema musical cause tanto
impacto como lo hiciera “El Pajaro Chogui” cuando
lo grabó Nestor Zavarce con el conjunto de Los
Hermanos Oropeza a mediados de 1959. El diario “El
Universal” en su edición del 30 de Noviembre de 1997
publicó un artículo, calzado con la firma de Angel
Méndez, en donde se rememoran los orígenes de esa
grabación, y en donde Zavarce declara textualmente
“Yo no quería cantar porque yo era actor y punto. En
la grabación del disco faltaba una canción. Recordé
que en 1952 conocí en Argentina a un señor de pelo
largo llamado El Indio Pitaguá, que componía una
canción en el piano. La llamó El Pajaro Chogui y me
regaló la partitura para que cantara esa canción en
alguna de mis películas. Busqué esa partitura y
montamos la canción, todo un éxito”. Como pasa en
muchas oportunidades, un tema de relleno fue el que
pegó en el gusto popular....
Víctor salta por breve tiempo a
“La Tremenda” del saxofonista Alberto Muñoz,
con quien deja un LP grabado para el sello Erna.
De este album
es su interpretación de “Negrura” en ritmo de
bolero-guapachá.
Esta melodía es de la década del ’20 ó del ’30 y su
autor es Jesus Cisneros. En 1959 la popularizaron
las versiones de Rolando LaSerie acompañado por la
orquesta de Bebo Valdes y la de la Sonora de Lucho
Macedo, en ambos casos dando crédito autoral a
Cisneros. En la versión de Piñero con La Tremenda
aparece Porfirio Jiménez como autor.
El alborear de 1961 lo ve de nuevo
con Los Melódicos, corto fue este regreso,
pero da tiempo para que Renato Capriles el director
de Los Melodicos, produzca un album con
interpretaciones de Piñero. Es el Lp Discomoda DCM-258
“Es Victor con Los Melódicos”,
que incluye el Batiri del
compositor venezolano César Acosta: “No me pidas
amor”.
Piñero quiere ser empresario musical.
Forma la orquesta “Victor Piñero y sus Caribes”.
Para ello reúne músicos, cantantes y arreglistas de
primera línea. La flamante agrupación debuta en los
carnavales de 1962.
Los integrantes del plantel original de la orquesta de
Piñero fueron:
José Velásquez:
Director y saxofonista.
Gonzalo Chacón, Gustavo Palma y José Martínez:
saxofonistas.
Carmelo Álvarez, Alejandro Ramos y Héctor Poleo:
trompetistas
Félix Tovar: contrabajista.
Roberto González: pianista.
Sebastián Antón: guitarrista.
Andrés F. Vegas: baterista
Héctor Ramón Ramos: bongoncero
Víctor Piñero, Nelo Cienfuegos y Trino Boscán:
cantantes.
El publico acoge favorablemente a la
nueva orquesta. Se presenta en televisión, abundan
los bailes, cuatro (4) LP’s para el sello
Discomoda y un LP para el sello Fonograma
se venden bien. Sin embargo, el éxito económico no
va aparejado con el fervor popular, Piñero en 1965
desmantela su orquesta.
“Tu si que estás embrujao”, guaracha de Cosme Carvajal y “ Mr. Shortstop”, bomba
de Mon Rivera cuya letra el mismo Piñero adapta para
referirse a Luis Aparicio, son dos de los temas que
dejaran para el mundo del disco, “Piñero y sus
Caribes”.
Renato Capriles había ayudado a la vedette cubana
Emilita Dago a formar su propia agrupación
después de abandonar a Los Melódicos. “Emilita
Dago y su Combo Gigante” recibieron a Piñero con
todos los honores; permanece por varios meses en El
Combo Gigante y luego hace su reingreso definitivo a
Los Melódicos.
Entre los melómanos hay consenso que los años posteriores a
1966 forman la etapa cumbre de la orquesta de
Capriles y que muestran el zenit en las condiciones
vocales y alegría interpretativa del Negro Piñero.
Muchas grabaciones así lo atestiguan.
El paseo “Ojos verdes” de Alfredo Gutierrez,
la guaracha “Por el Batey” y el son
“Veneración” en donde Miguel Matamoros dejara
plasmada una bella semblanza de su oriente cubano,
son algunas de las gemas refulgentes que esta
tercera y última etapa de Piñero con Los Melódicos,
legó como regalo a la posteridad.
El cuatro de Enero de 1975 nos
abandona Piñero. Muere en su ley, podría decirse que
“con las botas puestas”. Los Melódicos
alegraban un baile en el Hotel Tamanaco,
la voz de Piñero desgranaba
los versos del porro de José Barros “Las Pilanderas”.
Como refirió alguna vez Manolo
Monterrey, Víctor tenía varios días “quejándose”
ante sus compañeros de molestias en el pecho y usaba
“parches porosos” para aliviarlas. Lamentablemente,
era su corazón que avisaba la cercanía a la hora de
detenerse y así ocurrió; calló súbitamente su voz
,cayeron las maracas y se desplomó a los pies de
Verónica Rey la voz femenina de la orquesta. La
violencia del ataque cardíaco no dio posibilidad a
brindarle asistencia médica y en el firmamento de
nuestra música bailable se apagó una estrella.
El señor OMAR PÉREZ , amplio conocedor de la historia de
LOS MELÓDICOS, cuenta una versión menos dramática.
Peréz afirma que ya Víctor había terminado de interpretar a
“LAS PILANDERAS”, como número final de uno de los “
sets” de la orquesta, cuando ocurrió el infarto.
AUTOR:
Mario H. Baptista Troconis.