LOS ARTISTAS Y LA POLÍTICA
La
política y el arte en general son dos actividades muy
disímiles, sin embargo hay personas que poseen una
natural plasticidad para desempeñarse eficientemente en
tareas distintas. En deportes por ejemplo, el rey
“Pelé”, conocido astro del fútbol mundial, fué Ministro
de Deportes en su país. Carlos Albertro Reutemann,
expiloto de Fórmula 1, fué gobernador de la provincia
argentina de Santa Fé. El ex basquetbolista de la NBA
Bill Bradley, fue senador en Estados Unidos y aspira a
una nominación por el partido demócrata con la intención
de hospedarse en la Casa Blanca. El ex futbolista de la
selección española Emilio Butragueño, estuvo siendo
promocionado con magnífico cartel electoral para la
Alcaldía de Madrid. En Venezuela, los beisbolistas
Alfonso Carrasquel y William Ereú, han ocupado cargos
públicos apoyados en partidos políticos, al igual que
los basqueteros Iván Olivares y Gabriel Estaba, quienes
también buscaron apoyo para optar por un puesto político
en los estados Carabobo y Vargas respectivamente.
Artistas
del celuloide, cantantes y compositores, también han
sido atraídos por la política. Ronald Reagan, actor de
cine en Hollywood, fue gobernador de California por dos
períodos, y posteriormente presidente de Estados Unidos
desde 1981 hasta 1988. Clint Eastwood, después de ser
“Harry el Sucio” en la pantalla grande representando a
un brutal policía, fue elegido alcalde de Carmel, un
pueblito californiano. El multimillonario actor Arnold
Schwarzenegger, se lanzó y conquistó la gobernación de
California. La cantante puertorriqueña Ruth Fernández,
integrante de la orquesta de Mingo Colón, que actuó en
el Roof Garden caraqueño en 1936, fué senadora en Puerto
Rico. El “Poeta de la salsa”, Rubén Blades, abogado con
PhD en Harvard, se lanzó a la presidencia de Panamá en
1994, con su partido Movimiento Papá Egoró. El
baladista “Palito Ortega”, fue gobernador de la
provincia de Tucumán en Argentina desde 1991 hasta 1994
y, posteriormente, candidato a la Vicepresidencia. El
merenguero dominicano Johnny Ventura, fue secretario
general y dirigente político del partido Revolucionario
Dominicano, fué diputado al Congreso, Síndico y Alcalde
de Santo Domingo.
En
Venezuela, Guillermo Castillo Bustamante, compositor del
famoso bolero “Escríbeme”, que popularizara Alfredo
Sadel a mediados de 1950, pianista y arreglista de la
Billo’s Caracas Boys a comienzos de la década de 1940;
fue dirigente político de Acción Democrática, y estuvo
preso en Guasina y Sacupana. El compositor del inmortal
bolero “Vida consentida”, Homero Parra, ha sido
dirigente político por muchos años. La actriz Ivón
Attas, fue alcaldesa del municipio Baruta. Los
cantantes Cristóbal Jiménez, y Reina Lucero,
participaron en las pasadas elecciones venezolanas,
buscando desempeñar una labor social, enmarcada dentro
de las buenas y nobles intenciones del artista.
Los
artistas aquí nombrados y muchos otros, en un momento de
su vida fueron prestados a la política, pero las cosas
han cambiado. La política hoy se utiliza para aplastar a
los que piensan diferente. Es la herramienta para
destornillar la cordura, la decencia y la tranquilidad
del mundo. La política no es arte, porque no se lleva
con la perfecta devoción ni deseos de hacer feliz al
prójimo. La mayoría de los artistas aquí nombrados que
se dieron unas vacaciones en la política, hoy están
retirados y no se quedaron para vivir de ella; porque el
artista es la antítesis del político, sus narcisismos
son diferentes. El artista es sincero, siente la
necesidad de escuchar y observar. El político es
mentiroso y hábil para engañar, ama ser escuchado y que
lo miren. No hay nada más aburrido que hablarle a un
político, porque no le importa en absoluto lo que se le
diga, aunque intenta disimularlo dirigiendo sus ojos
cerrados hacia el infinito, como si reflexionara, cuando
en realidad está quedándose dormido.
Yovani
Barragán Zambrano.
Yoanba@hotmail.com |