Una Aproximación al Concepto de Universidad Pertinente |
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Fernando García. Ingeniero Químico Doctor en Ciencias de la Educación |
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Profesor Titular del Decanato de Agronomía UCLA |
Resumen
El trabajo que se presenta es parte de una investigación realizada con el propósito de formular un modelo de análisis sobre pertinencia curricular universitaria. En el mismo, se plantean algunos referentes teóricos a tomar en consideración al momento de iniciar un proceso de conceptualización del fenómeno de pertinencia universitaria. En tal sentido, se abordan tópicos tales como: la universidad pertinente: tipos de pertinencia y características de una Educación Superior pertinente; relaciones universidad-sociedad; sector socio-cultural, político y económico. Asimismo se hace un análisis de las oportunidades, fortalezas, amenazas y debilidades de la relación entre ambos sectores. Finalmente se presentan algunas reflexiones para el cambio, relacionadas con el tema objeto de estudio.
Introducción
En el preámbulo del próximo milenio, ante la crisis social, económica y política que afecta a la humanidad, se impone por parte de los gobernantes como una respuesta a esta situación la necesidad de reformar el Estado en sus aspectos de fondo y forma, cambiar concepciones, enfoques y paradigmas en su conducción y propiciar de esta manera el desarrollo de los pueblos en su concepción social y económica, mejorando sustancialmente su calidad de vida, sin afectar el entorno que le sirve de referente.
Estas reformas, para ser exitosas, deben estructurarse y desarrollarse, a su vez, sobre la base de una profunda revisión en sus principios y fundamentos del sistema educativo y, en consecuencia, de su organismo rector el Subsistema de Educación Superior.
En tal sentido, organismos internacionales como la UNESCO (1995) en su Documento de política de cambio y el desarrollo de la Educación Superior, plantea un conjunto de principios entre los cuales destaca por su importancia: la pertinencia universitaria, como aspecto determinante a considerar en cualquier proceso de transformación y modernización educativa.
Una contribución al estudio de este fenómeno de pertinencia, en su fase descriptiva, lo constituye el presente estudio, el cual intenta realizar un análisis de contenido desde una posición reflexiva de lo planteado por organismos especializados en relación con este aspecto; como vía de aproximación al conocimiento y comprensión de dicho fenómeno que permita, desde esta posición, generar inquietudes que estimulen procesos de cambio que hagan posible, desde el momento actual, la construcción de una universidad con alto sentido de pertinencia, es decir, comprometida socialmente con su entorno socioeconómico, político y cultural.
La Universidad Pertinente
Se define, según el autor, como el grado de contribución o intervención de las universidades en la solución de las necesidades o demandas de la sociedad, en sus dimensiones técnica y sociales, actuales y a futuro, los aportes y la manera como aquella es sentida y percibida por ésta, en una interacción que toma el entorno como su objeto de estudio a fin de identificar problemas, proponer soluciones y participar en ellas, desde una posición reflexiva que permite mantener vigentes los principios inherentes a su condición de universidad.
Debe ser el resultado de un acuerdo entre la comunidad intra y extra universitaria a fin de ofrecer respuestas oportunas y apropiadas en la formación de recursos humanos críticos, con elevadas potencialidades y capacidades para convertirse en agentes de transformación, innovación o cambio y contribuir de esta manera a consolidar un auténtico proceso de desarrollo social. Así como participar en la solución de los problemas del entorno socio-económico donde está inserta y de los problemas apremiantes de la humanidad, integrando las misiones universitarias de docencia, investigación, extensión y producción en programas, proyectos y actividades de gestión académico-administrativa.
Una universidad con un alto grado de pertinencia social analiza, estudia e investiga los problemas prioritarios de su entorno social a objeto de identificarlos, jerarquizarlos, proponer y/o participar en las soluciones factibles que se derivan de este proceso investigativo. Si estas soluciones tienen un carácter prospectivo, se habla de pertinencia social prospectiva. En este sentido, es clara la UNESCO (1996) cuando establece que las acciones de pertinencia que se formulen carecerán de real sentido social si no son anticipatorias de escenarios futuros y no manifiestan su intención de modificar la realidad vigente.
Otro aspecto de relevancia en la relación universidad-sociedad que atañe a la pertinencia, es el relacionado con insertar el proceso educativo dentro de un marco globalizador y competitivo característico del mundo actual, lo cual no implica dejar de lado lo local y regional, sino conjugar lo universal del conocimiento y su aplicación tecnológica particular del entorno social (dilema local, nacional, mundial).
Tipos de Pertinencia
Ser pertinente para una institución de Educación Superior implica primero tener un sentido de pertinencia consigo mismo (institucional) y desde esta posición de identidad proyectar su pertinencia social a la comunidad. En cuanto a la pertinencia institucional, la misma está referida:
1. Al grado de identificación consigo misma mediante un reexamen de la misión y visión que le son propias.
2. A la necesidad de mantener el respeto por la confrontación de ideas, haciendo del debate el camino que orientará la búsqueda de la verdad, en un ambiente de respeto mutuo, convivencia y coexistencia.
3. Al reencuentro de la universidad con sus valores tradicionales, autonomía y libertad de cátedra, en una dimensión libre de desviaciones que atienda a deberes y derechos, a fin de mantener su esencia, escala de valores y sustentabilidad.
En cuanto al segundo tipo de pertinencia, pertinencia social, está referida -como se señaló anteriormente a la intervención de la universidad en la búsqueda de soluciones de problemas sociales relacionados con: el mundo del trabajo, comunidades organizadas, otros subsistemas de educación, el Estado, el entorno socio-cultural, el sector de egresados y las poblaciones estudiantiles flotantes que todavía no han podido ingresar a las instituciones de Educación Superior. Las necesidades de estos sectores se aborda en las dimensiones histórica, espacial y prospectiva.
La solución a los problemas señalados anteriormente implica una redefinición de las funciones universitarias: docencia, investigación y extensión, e incorporar la producción en una auténtica integración con la más grande misión de la universidad: su función social (figura 1).
Características de una Educación Superior Pertinente
Una educación pertinente (según la Comisión Nacional de Currículo, 1995, coautor) debe caracterizarse, entre otras cosas, por lo siguiente:
Promover soluciones a las necesidades del entorno socioeconómico y responder a problemas apremiantes de la humanidad.
Diversificar permanentemente su oferta educativa a los efectos de dar respuesta a las necesidades del mundo del trabajo.
Participar activamente en los procesos de regionalización.
Contribuir a minimizar las desigualdades sociales de la población.
Ser crítica, con conciencia nacional que permita superar la dependencia.
Ofrecer oportunidades de estudio en las distintas fases de la vida; para ello es necesario desarrollar la educación permanente que contemple planes de enseñanza formal y no formal.
Contrarrestar la obsolescencia de los currículos enfatizando en los aspectos principistas de la profesión, aumentando los niveles de flexibilidad, promoviendo el autoaprendizaje y el desarrollo de procesos tendientes a la solución de problemas y al desarrollo de la creatividad, actualizando contenidos mediante cursos de educación continua, y finalmente realizando procesos de reconversión curricular.
Mantener una vinculación permanente con el sector productivo que se constituya en estrategia de aprendizaje corporativo, de aula abierta, donde confluyan recursos en la búsqueda de soluciones comunes.
Dar respuestas a las otras modalidades del sistema educativo y asumir una función de dirección en la renovación de todo el sistema.
Mantener una relación permanente con sus egresados a fin de realizar programas de seguimiento y actualizar y perfeccionar sus conocimientos (educación continua).
Producir graduados con capacidad gerencial.
Tomar en consideración las necesidades técnicas y sociales de su entorno.
Definir el perfil prospectivo del recurso humano a formar.
Establecer claramente un adecuado equilibrio entre el papel conservador y tradicional de la enseñanza y su función como agente de cambio en la construcción de una sociedad más humana.
Establecer un adecuado equilibrio entre lo regional y lo universal. Es decir entre la "unidad y diversidad. Es decir entre "la universalidad del conocimiento y la especificidad de las necesidades sociales, económicas y culturales.
Asimismo, Tellerías y UNESCO (1996), incorporan las siguientes características de una educación pertinente:
Adoptar y aplicar tecnologías para asegurar la recuperación y conservación de los recursos naturales y de los suelos agrícolas, garantizar el agua potable, mejorar los climas mediante la creación de una ciencia ambiental proactiva, y establecer un adecuado equilibrio entre el hombre y la ciudad evitando la pobreza extrema de los grupos rurales que posibilita la migración hacia las urbes.
Establecer un adecuado equilibrio entre "rendimiento de cuentas" y autonomía.
Considerar la docencia como eje de estrategia para insertar la universidad en la sociedad.
Renovar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Generar conocimientos, tecnología y arte a fin de incrementar los niveles de competitividad y eficiencia, y contribuir a la reconstrucción del Estado.
Mejorar los niveles de relación con la sociedad, bajo las modalidades de cooperación, asociaciones y servicios.
Promover el servicio civil universitario mediante la participación de docentes y estudiantes en un contexto que refuerce la función de extensión.
Estudiar y resolver los problemas de su entorno en amplio diálogo con los sectores sociales.
Formular diseños curriculares que: (a) promuevan el cultivo de los valores trascendentales del hombre; (b) relacionen el conocer con el hacer, con la práctica; y (c) conjuguen la calidad con el compromiso social.
Participar activamente en la formulación y ejecución de las políticas nacionales de ciencia y tecnología.
Relaciones Universidad-Sociedad
Las relaciones universidad-sociedad pasan en primer término, por la necesaria vinculación que debe existir entre estas instituciones, los otros niveles del sistema educativo y el subsistema de ciencia y tecnología. En segundo término por la interacción mutua de la universidad con los sectores social-cultural, político y económico.
Sector Social-Cultural
Es en este sector donde fundamentalmente se desarrolla a plenitud la actual función de extensión, entendida como el proceso de interacción permanente y continua entre la universidad y la comunidad intra y extra universitaria y los aportes, inquietudes y expresiones culturales que a su vez recoge de ésta (NVA, 1997; Lares, 1988). Dicha función está orientada esencialmente a:
Promover el desarrollo integral de su entorno social.
Recoger y difundir las creaciones culturales y tecnológicas de la comunidad.
Contribuir al desarrollo de una cultura ecológica tendiente a procurar para la humanidad un auténtico desarrollo sostenible.
Colaborar con la preservación de la paz, la cultura y la solidaridad social mundial.
Ofrecer una educación permanente: perfeccionamiento empresarial de los recursos humanos, formación universitaria, cursos intensivos y de capacitación comunitaria.
Participar en programas de alfabetización y actividades de autodesarrollo (grupos artísticos, culturales, teatro, artes plásticas, cerámica, etc.), cátedras libres.
Asistencia técnica a las comunidades en aspectos relacionados con: construcción y autoconstrucción; educación ciudadana; trabajos agrícolas; organización de grupos recreativos con niños y jóvenes; trabajo con ancianos, hospitales y cooperativas; grupos ecológicos; prevención de drogas; educación sexual; mantenimiento de instituciones educativas; prevención de accidentes; protección civil; asistencia a cátedras y labores docentes, y organización y desarrollo comunal.
La función extensión, a pesar de su esfuerzo por intensificarla, continúa siendo una actividad marginal frente a la docencia y a la investigación.
Sector Político
Las relaciones de la universidad con el mundo político, deberían trascender el ámbito financiero que garantiza su supervivencia y situarse en un nivel que posicione a las instituciones de Educación Superior, en un papel protagónico como agente de transformación y cambios sociales.
No basta ya aceptar en posición pasiva aquella máxima de considerar la universidad como el reflejo de la sociedad, lo imprescindible es hacer de la universidad el espejo, el modelo, donde se debe mirar la sociedad. Para ello hay que rescatar la credibilidad del mundo académico, mirando hacia dentro, con actitud reflexiva, y desde allí iniciar las grandes transformaciones que harán posible el desarrollo de una universidad de excelencia, modelo de pulcritud.
Por otra parte, las relaciones universidad-sector político deberían tomar en consideración los aspectos siguientes:
No pueden ser guiadas por la imposición del Estado, sino producto de un acuerdo.
Deben generar un cambio que permita a la universidad salir de su aislamiento, de su actitud reflexiva para buscar su propio espacio de acción en la sociedad. De manera tal de buscar su punto de equilibrio entre lo sumiso y lo crítico, entre lo que debe aceptar y protagonizar.
Una buena relación entre el Estado y la universidad debe fundamentarse, en un absoluto respeto por el debate, la libertad de cátedra y la autonomía universitaria, entendida como deberes y derechos, no como justificación de negligencia profesoral o de ineficiencia organizativa, sino más bien como un "rendir cuentas" a la sociedad, al Estado, para exigirle con autoridad moral, lo necesario para garantizar un adecuado funcionamiento de la educación (UNESCO, 1995).
Sector Económico
Está referido fundamentalmente al sector productivo, entendido como el conjunto de instituciones y empresas de carácter privado o público dedicado a la producción de bienes y servicios. Por lo tanto, comprende actividades que van más allá de la industria y el comercio.
Las relaciones universidad-sector productivo se deben construir sobre la base de un acuerdo de opiniones que, fundamentado en las necesidades científicas tecnológicas del país, estructure en un todo organizado (interdisciplinario) las actividades de docencia, investigación y producción.
Una alianza entre la universidad y el sector productivo requiere el desarrollo de las siguientes acciones (Bethelmy, 1997; Moneta, 1996):
Fortalecimiento del programa de pasantías a estudiantes de pre y posgrado, y docentes.
Realización de años sabáticos en las empresas.
Fortalecimiento de las unidades académicas de educación permanente.
Elaborar proyectos y tesis de grado en el campo empresarial.
Invitar al personal de las empresas a transmitir sus conocimientos a estudiantes y profesores.
Fomentar la participación del personal de las empresas como jurados de tesis, asesores curriculares y de gestión académica.
Desarrollar estrategias que permitan a la empresa conocer las necesidades de la academia para colaborar en la satisfacción de las mismas y viceversa.
El establecimiento de redes de información academia-empresa.
El abordaje de proyectos conjuntos con fondos compartidos.
Fomentar el desarrollo de empresas incubadoras y parques tecnológicos.
Reordenamiento de la oferta educativa tomando en consideración las demandas del sector productivo.
Incluir en los planes de estudio, asignaturas o temas vinculados a: gestión tecnológica, económica y comercio internacional, desarrollo empresarial y competitividad.
Inversión en ciencia y tecnología.
Incorporar en los consejos universitarios representantes del sector productivo o reactivar los consejos de fomento.
En Latinoamérica, las relaciones universidad-empresa comienzan a tomar cuerpo en la década de los ochenta por motivos relacionados con: las necesidades de las universidades en cuanto a sus limitaciones financieras, las necesidades empresariales en cuanto al reclutamiento de talentos jóvenes y las necesidades de los gobiernos para superar el subdesarrollo de la región.
La complejidad de esta vinculación, como en todos los países, tiene que ver con los puntos de vista encontrados entre ambos sectores. Por ejemplo en cuanto al valor monetario de la investigación, desconfianza hacia las universidades, la creencia de que puede ser intervenido el régimen autonómico, el desacuerdo sobre la propiedad intelectual y la prontitud con que deben culminarse los proyectos y actividades conjuntas; todos estos elementos bloqueadores del proceso de integración, afortunadamente están siendo superados.
Para concluir lo referente a las relaciones universidad-sociedad, a continuación se presenta un esquema (figura 2) que ilustra esa interacción.
Fortalezas y Debilidades de la Relación Universidad-Sociedad
Atendiendo a lo establecido por Vidal (1993), para el desarrollo del trabajo conviene presentar las fortalezas y debilidades de los diferentes sectores en un proceso de desarrollo tecnológico, los cuales podrían ser utilizados como elementos referenciales al establecer los factores de cambio y las variables que determinan la pertinencia social de la educación (ver cuadro 1).
Universidad | |
Fortalezas |
Debilidades |
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Estado | |
Fortalezas |
Debilidades |
Centro de I&D con importantes y desconocidas capacidades de innovación. | Dificultad en la toma de decisiones de riesgo. |
Dificultad para acometer proyectos multidisciplinarios, a pesar de existir una base multidisciplinaria. | |
Sistemas obsoletos de controles fiscales (para la universidad). | |
Ausencia de políticas explícitas sobre DT. | |
Insuficiencia del recurso económico. | |
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Sector Comunitario |
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Reflexiones
Algunas reflexiones sobre lo escrito son las siguientes:
1. Una aproximación al proceso de descripción y conceptualización del fenómeno de pertinencia universitaria debe tomar en consideración elementos tales como:
El carácter prospectivo de la misma y su condición integradora de las funciones universitarias que debe poseer.
Concebirse como un acuerdo de la comunidad intra y extra universitaria.
Hacer del entorno, su objeto permanente de estudio.
Dar respuestas técnicas y sociales, actuales y a futuro, a las demandas y requerimientos del contexto que le sirve de referente.
Desarrollar el sentido de pertinencia al interior de la universidad.
Tomar en consideración en una concepción bidireccional del proceso, los aportes de la sociedad y la manera como es sentida y percibida por ésta.
Mantener sus valores y principios inherentes a su condición de universidad.
2. La pertinencia se vislumbra como el principio de transformación universitaria de mayor significación en los actuales momentos. Ser pertinente implica un complejo cambio de paradigma en la concepción universitaria, cuyo logro debe responder a un proceso de cambio permanente, como desideratum a lograr sin prisa pero sin pausa, en el ámbito interno y externo de la universidad. Este principio en un concepción sistémica abierta, no cerrada de la universidad, es el elemento de retroalimentación por excelencia que la mantendrá en equilibrio, garantizando su supervivencia en el tiempo y minimizando la tendencia entrópica, propia del aislamiento y poca permeabilidad que la ha caracterizado.
3. La pertinencia institucional, hacia adentro, constituye el punto de partida para el logro de la pertinencia social-contextual de la universidad. Para lograrla se requiere de una redefinición de la misión de la universidad, estimular, retomar y respetar el derecho a la confrontación y al debate, por cierto ayuno en la actualidad, como punto de convergencia que incita al cambio y a la búsqueda de la verdad; y por último, un reencontrarse con los valores institucionales. Iniciar este proceso de cambio requiere a su vez, la puesta en marcha del más importante proyecto universitario: el rescate y desarrollo del sentido de pertenencia en cada uno de los miembros de la comunidad universitaria.
Bibliografía
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